«Porque vuestros pensamientos no son mis pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová» (Isaías 55.8).
El año 2024 ha comenzado, y como es tradición, nos acompaña la esperanza de felicidad y prosperidad que anhelamos cada año. Así como cada año comienza y termina, también lo hace el eco de nuestros deseos.
En este devocional diario, es importante entender que al dejar atrás nuestros pensamientos y adoptar los de Dios Padre, podemos estar seguros de que nuestro camino es correcto. No debemos temer al fracaso ni a la derrota, sino buscar la certeza de disfrutar los frutos del pensamiento de Dios Padre y caminar junto a Él.
El mundo y sus deseos son efímeros, pero aquel que sigue la voluntad del Padre Celestial permanece para siempre. Nuestro enfoque en la vida debe estar alineado con los pensamientos de Dios Padre, para disfrutar plenamente de la vida presente y asegurar nuestro paso a la eternidad gloriosa de Su presencia. Como está escrito en Salmos 16:11: ‘Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre’.
En la carta a los Romanos, capítulo 12, versículo 2, el apóstol Pablo habla de nuestras responsabilidades como cristianos: ‘No os conformeis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, agradable y perfecta’.
Podemos concluir que la tendencia del mundo es llevar a las personas a pensar como el mundo; sin embargo, los seguidores del Señor renuevan sus pensamientos día a día, a través de la lectura y la meditación de Su Palabra.