Escudo alrededor de mí

«Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;

Mi gloria y el que levanta mi cabeza» (Salmo 3:3)

Alt+Jehová, eres escudo alrededor de mí.

En medio de una de las pruebas más duras de su vida, huyendo de su propio hijo Absalón, el rey David pronunció estas palabras. Este era un momento de gran dificultad no solo para él, sino también para su familia y la nación de Israel. Este tiempo de tribulación se desató como consecuencia del pecado.

Fue entonces cuando el Señor envió al profeta Natán para confrontar a David con su pecado, reprenderlo y advertirle sobre las consecuencias que este traería. David, reconociendo su falta, imploró el perdón por su pecado y fue perdonado por el Padre. El Padre, en su infinita misericordia, ama al pecador, pero aborrece el pecado.

Dios Padre, siempre será un escudo alrededor de todo aquel que se arrepiente de todo corazón. Por lo tanto, el arrepentimiento sincero es la clave para obtener el perdón y ser liberado de las consecuencias del pecado. Un corazón contrito y humillado nunca será despreciado por el Padre. En su amor y gracia, Él está siempre dispuesto a perdonar y restaurar a aquellos que se arrepienten de todo corazón.

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