El Verbo hecho carne

«Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad». (Juan 1:14).

Alt+El Verbo humanizado.

La palabra que se manifestó en la persona de Yeshúa (Jesús) es verdaderamente sobrenatural. El Verbo se hizo carne, y pudimos presenciar su gloria, la gloria del unigénito del Padre, una gloria llena de gracia y de verdad. Su misión en este mundo es que en él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Para entender y comprender completamente todo misterio relacionado con el Verbo, necesitamos la revelación del Espíritu Santo. Solo a través de Él podemos llegar a comprender la profundidad de este milagro.

Por eso, todo aquel que cree en el Verbo, es llamado luz del mundo; porque ya no podemos estar en tinieblas. Ser verdaderamente luz que no se esconde debajo del almud sino un candelero que alumbra este mundo.

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